Diálogo con Gibrán Jalil Gibrán

Me preguntáis como me volví loco. Así sucedió:
Un día, mucho antes de que nacieran los dioses, desperté de un profundo sueño y descubrí que 
me habían robado todas mis máscaras -si; las siete máscaras que yo mismo me había 
confeccionado, y que llevé en siete vidas distintas-; corrí sin máscara por las calles atestadas de 
gente, gritando:

-¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos ladrones!

Hombres y mujeres se reían de mí, y al verme, varias personas, llenas de espanto, corrieron a
refugiarse en sus casas. Y cuando llegué a la plaza del mercado, un joven, de pie en la azotea de su
casa, señalándome gritó:


-Miren! ¡Es un loco!


Alcé la cabeza para ver quién gritaba, y por vez primera el sol besó mi desnudo rostro, y mi alma
se inflamó de amor al sol, y ya no quise tener máscaras. Y como si fuera presa de un trance, grité:
-¡Benditos! ¡Benditos sean los ladrones que me robaron mis máscaras!
Así fue que me convertí en un loco.


 -¿Y tú?

-Yo, paso. Continúo brillando por mi ausencia.

Comentarios

Entradas populares