¿Mestizo yo?
"¿Mestizo
yo?" es ante todo una interrogación de una
identidad
o de toda identidad, porque el mestizo no soporta
identidad
alguna, menos aún la de llamarse mestizo. Por eso,
antes
que afirmar que el mestizo no existe por ser éste el nom-
bre
que otro le dio, habría que decir que tal vez esa misma falta
es
la que lo hace ex-sistir (escrito así) con tal de no ser idéntico
ni
a sí mismo ni a su semejante.
Dice Marduk Antonio:
"¿Quién oye? Oye la boca. ¿Quién ve?
Ve la piel. ¿Quién
de las partes del cuerpo no piensa? N i n g u -
na".
La mezcla de blanco y
negro produce mulato
La mezcla de blanco y
mulato produce cuarterón.
La mezcla de blanco y
cuarterón produce ochavón de negro.
La mezcla de blanco y
ochavón de negro produce salta atrás.
La mezcla de blanco y
salta atrás produce tente-en-el- aire.
La mezcla de blanco y
tente-en-el-aire produce casi limpio de su origen
Motecuhzoma tenía la
creencia de que ellos (los españo-
les) eran dioses, por
dioses los tenía y como a dioses los ado-
raba. Por esto fueron
llamados [...] "Dioses venidos del cie-
lo". Y en cuanto
a los negros, fueron dichos: "divinos sucios".
Aquí sí que resulta
verdad la afirmación de Carlos Fuentes: "A los in-
dios los queremos más
en los museos que en las calles".
[...] en aquellos
tiempos, el mundo de los espejos y el
mundo de los hombres
no estaban aislados entre sí. Eran ade-
más muy diferentes:
ni los seres, ni las formas, ni los colores
coincidían. Los dos
reinos, el de los espejos y el humano, vi-
vían en paz. Se
entraba y se saltaba de los espejos.
Una noche, la gente de
los espejos invadió la tierra. Su
fuerza era grande,
pero después de sangrantes batallas las ar-
tes mágicas del
Emperador Amarillo prevalecieron. Recha-
zó a los invasores,
los aprisionó en los espejos y les impuso
la tarea de repetir
como en una especie de sueño todas las ac-
ciones de los hombres.
Les privó de su fuerza y de su figura
y los redujo a simples
reflejos serviles. Un día, sin embargo,
se liberarán de este
letargo mágico [...]. Las formas comen-
zarán a despertarse.
Diferirán poco a poco de nosotros, nos
imitarán cada vez
menos. Romperán las barreras de cristal y
de metal y esta vez no
serán vencidas.
En un informe de la
Audiencia de Quito, en 1573,
se los describe así:
Comúnmente de buen
talle, aunque algo se diferencian
de los españoles.
Comúnmente son mentirosos, chismosos,
noveleros, glotones;
aunque hay otros virtuosos, toda su ocu-
pación es el ocio.
[...] es el avivato,
el que no tiene leyes, que no tiene cómo
participar pero que
participa, que no puede casarse pero que
produce mestizos todos
los días, que no puede blanquearse
porque está prohibido
pero que se blanquea constantemen-
te, que está al
margen de la ley pero que le saca ventajas a la
ley, que trampea, que
contrabandea. Nuestra sociedad colo-
nial es una sociedad
de contrabandistas, ¿verdad? Porque no
existen vías legales
al comercio, los mestizos no comercian,
les está prohibido
participar en el comercio pero entonces se
inventan el
contrabando, y el contrabando fue una de las acti-
vidades más robustas,
sistemáticas, permanentes, durante el
período colonial, es
decir, los mestizos vivían dinámicamen-
te, en una forma muy
activa, pero al margen de la ley, al mar-
gen del matrimonio, al
margen de la legislación, etc.
todo el texto aquI
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