Filosofía para principiantes
Tanto Jesús como
Sócrates eran considerados personas enigmáticas por sus
contemporáneos. Ninguno de los dos escribió su mensaje, lo que
significa que dependemos totalmente de la imagen que de ellos dejaron
sus discípulos. Lo que está por encima de cualquier duda, es que
los dos eran maestros en el
arte de conversar.
Además, hablaban con una autosuficiencia que fascinaba e irritaba. Y
los dos pensaban que hablaban en nombre de algo mucho mayor que ellos
mismos. Desafiaron a los poderosos de la sociedad, criticando toda
clase de injusticia y abuso de poder. Y finalmente: esta actividad
les costaría la vida. También en lo que se refiere a los juicios
contra Jesús y Sócrates, vemos varios puntos comunes. Los dos
podrían haber suplicado clemencia y haber salvado, así, la vida.
Pero pensaban que tenían una vocación que habrían traicionado si
no hubieran ido hasta el final. Precisamente yendo a la muerte con la
cabeza erguida, reunirían a miles de partidarios también después
de su muerte. Aunque hago esta comparación entre Jesús y Sócrates,
no digo
que fueran iguales. Lo
que he querido decir, ante todo, es que los
dos tenían un mensaje
que no puede ser separado de su coraje
personal.
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