Indicadores culturales

En este instante de la noche, cae un torrencial aguacero en la gran Valencia. Como es ya una costumbre casi endógena. Escribo algunas cosas. Sin pretender ser poeta, ensayista o escritora en su máxima expresión. Para ello, es como nos decía el profesor Freddy Armas, el pintor, debe pintar, todos los días, así se construye el oficio de pintor. Igual para la escritura, y cualquier otra profesión, modalidad o disciplina.

La escritura de hoy, más que un ejercicio de escritura, es una necesidad de expresar y reflexionar sobre algunos acontecimientos sociopolíticos y culturales acaecidos en la ciudad en los últimos días.

Es el caso de la visita a Valencia, de Farruco Sesto Novas, anterior y nuevamente Ministro de Cultura, de nuestro país. Un torrencial de inquietudes me dejo esta visita. La convocatoria desde el Gabinete, era para artistas y cultores a un encuentro con él. Lugar del encuentro. Teatro Municipal de Valencia, 2pm. Día en que iniciaba la campaña electoral para el 26S. Pudiera ser esta una de las razones de la escasa asistencia de artistas y cultores de nuestro estado. Otra, cualquier otra. Estaban los de siempre. El discurso también era el de siempre. Sentado él, oyendo. Sin embargo el asombro era mayor.

Mi única pregunta al Ministro, ya fuera de agenda y finalizado el acto ¿Ministro, que ha pasado con la Unidad de Indicadores Culturales? Ah si!…responde el, ya vamos por el quinto…! ¿?. Esta pregunta la hacía por varias razones. Participe en la construcción del Primer Taller de Indicadores Culturales. Bajo el convenio Cuba-Venezuela. Sistema novedoso en nuestro país, ya que solo medimos la economía, estadísticas de salud, empleo, inflación, deflación, y cuanto somos, el último censo data del 2001, son las estadísticas de referencias que tiene el INE. Próximamente arranca el XIV Censo Nacional.

No medimos la cultura, porque es un hecho subjetivo., para muchos no medible. Sin embargo este método de Indicadores Culturales, se aproxima. No me refiero, solamente a cuantos eventos, actos, talleres, programas, proyectos, planes, financiamientos, viajes, becas, se han contabilizado en lo que va de 11 años de gobierno bolivariano. Que por justicia y no ser mezquinos, reconocer los logros. Me refiero al saldo cualitativo cultural de nuestro país. De este porcentaje de activadores y trabajadores del arte dentro de los aproximadamente 30 millones de habitantes. Aún no tenemos una cifra en la torta porcentual, de cuantos somos los cultores, artistas y agrupaciones culturales de nuestro estado. Le comentaba en una oportunidad a un amigo, irreverente él, sobre los Indicadores Culturales, y lo supremamente importante que es este Indicador. Decía él, claro, ¿Cómo hacemos para medir la sonrisa de los niños, niñas y jóvenes?. Esta demás decir que este proyecto no se desarrollo en Carabobo, había la prioridad de lo cuantitativo. No hubo recursos para ello.

Muchos en la sala preguntaban sobre la ausencia del Maestro Viscaya, en este encuentro de artistas y cultores. El, como Director de Cultura de la Alcaldía Valenciana, así como otros Directores de Cultura de otras Alcaldías Bolivarianas y el Gabinete, tuvieron su encuentro privado. Lo vi por la TV. Explicaba la reportera de DAT TV, sobre la Explosión Cultural Bicentenaria y otros puntos de la visita del Ministro.

Quizás, deseaban muchos aquellas irreverencias de un Vizcaya o una Alix Santana, que dijeran “sin pepitas en la lengua” lo que siempre se ha dicho. Las peticiones justas. Menos discurso más acción. En la medida de lo posible. En este Carabobo, que se las trae bicentenaria e históricamente.

Retomando el hilo sobre los Indicadores Culturales y su aplicación no aplicada y poco conocida o democratizada en Carabobo, quizás igual en el resto del país. Hay una pregunta que me hacía, al escuchar los derecho de palabras: las divagaciones, salvando algunas presentaciones, los repetitivos Yoismos, Yo soy esto, Yo le presento mi proyecto, en nombre del colectivo cual, Yo soy el vocero de este, más el otro, mas aquella agrupación, y le pedimos que nos ayude en, o con…. Las intervenciones de algunos artistas y cultores, fueron pobres en su contenido. Como por ejemplo pedirle, que la casa abandonada que esta en la calle aquella, que queremos tomarla para esto, que no es de nadie, le pedimos que nos ayude ministro….Petición valida y necesaria para un sinnúmero de agrupaciones colectivas, que andan en lo mismo. Pero, ¿Que le importa al ministro esa particularidad, ¿creen que va a venir a resolver esta situación?, cuando aún no se vislumbra solución al caso emblemático y de bandera y ataque político, que va para tres años, como es el de los trabajadores y sede del Ateneo de Valencia? ¿Ha habido un saldo de transformación de conciencia social y cultural en los artistas y cultores de Carabobo, en estos últimos años? ¿Hemos dejado de depender de la Teta del Estado, o de la gota de petróleo? ¿Ha cumplido su rol, el Mppp Cultura en democratizar y masificar la política cultural y darle coherencia , continuidad y seguimiento a planes, programas y proyectos, para lograr esta transformación de conciencia, ante esta interminable pedidera y necesidades, cual banco de la cultura? ¿Cuál es la política Cultural del Estado, de la Región, del Municipio? Cuando hoy Farruco viene a decir que ya el Mppp Cultura no es un cajero automático, que no hay recursos para financiamientos de todos los proyectos y propuestas de cultores y artistas?. Que somos 30 millones de habitantes, y que el presupuesto, en lo cultural, no alcanza para distribuirse entre todos. Que ese ya no es el discurso. Que el discurso es la economía socialista, la autogestión, la creatividad para generar recursos para el sector cultura. ¿Y donde esta la política de formación a los cultores, artistas para gerenciar la cultura socialista y ser gerentes más productivos en su profesión cultural?. ¿Dónde esta la integración articulada con los comité de cultura de los Consejos Comunales, que reciben recursos, cuales son sus planes de desarrollo cultural comunitario, hay allí algún Licenciado en Educación, mención Desarrollo Cultural, están allí involucrados los artistas, cultores? Donde esta la articulación de ministerios para el desarrollo integral de la cultura? La estructura burocrática nos enseño o hizo creer, que el Mppp Cultura, otros entes gubernamentales como FundaCultura, Secretaria de Cultura y todos los entes gubernamentales de cultura financiaban la Cultura y sus trabajadores.

No hay respuestas, ni soluciones en lo inmediato. Farruco no la asomo, no la asomara.

La respuesta esta en nosotros. Hemos transitado y procesado Congresos de cultura, mesas de trabajo, diagnósticos comunitarios, programas, eventos, el ultimo intento son las Redes, colectivos culturales, las mesas técnicas del Consejo de los Trabajadores del Arte, en fin. Un camino largo de compañeros artistas, cultores que autogestionan sus actividades culturales, algunas no necesariamente comerciales y otras con su derecho individual valido para sustentarse, otros solo , vacíos de contenido, en su afán de lucrarse, otros para realizarlas y llevarlas a cabo por amor al arte. Pero todos haciendo lo que mejor saben hacer: Ser trabajadores del Arte.

Aún buscamos darle cumplimiento a estos articulados interesantes, como el numerado 89 en nuestra CRBV, que reza así: el trabajo es un hecho social y gozará de la protección del Estado. La ley dispondrá lo necesario para mejorar las condiciones materiales, morales e intelectuales de los trabajadores y trabajadoras. Para el cumplimiento de esta obligación del Estado se establecen los siguientes principios.: 1),2),3),4)5),6)….En el capitulo VI. De los derechos culturales y educativos, encontramos el artículo 99:…el estado fomentará y garantizará, procurando las condiciones e instrumentos legales y presupuestos necesarios. ¡( ¿?)!

Es nuestro derecho y voluntad vivir digna y profesionalmente del arte, el ejercicio y preservación de la cultura en todas sus manifestaciones. Como trabajadores del Arte que somos. Al igual como aquellos compatriotas que voluntariamente escogieron ser militares trabajadores de la patria, subvencionados totalmente por el estado, la cual invierte y presupuesta sumas considerables para proteger a la patria. No conozco ningún caso de autogestión en este sector.



Los indicadores culturales son datos estratégicos, que en otros países son utilizados para transformar y a partir de allí planificar políticas culturales integrales.



En su reflexión final, el ministro también asomo la inquietud que le dejaba el discurso de muchos compañeros, al sentirse, que era como retroceder. Esta también es su responsabilidad Ministro. Como también es corresponsabilidad de todos los entes gubernamentales del sector cultural. Al igual que es nuestra responsabilidad como activadores, cultores, artistas.



Pareciera que Olvidamos todos los procesos por los cuales hemos transitado en el sector cultural en carabobo , en la ultima década, los avances, infinidad de diagnósticos y propuestas construidas, entregadas a nacientes gobernaciones bolivarianas. Al igual que trabajos colectivos comunitarios que datan de 30 años o más, que han sembrado y hoy recogen el fruto de esa siembra sociocultural. Entre ellos Tacón y Cuerdas, Verde Clarita, Roja Imperial, Grupo Tabaré de la Guacamaya y Barrio Central, Maritza y Torrence, el colectivo combatiente del Barrio la Luz en Naguanagua entre muchos otros de larga trayectoria. Recuerdo papeles de trabajo construidos por el colectivo cultural en aquella trinchera de encuentro en la División de cultura de la zona Educativa, que comandaba el camarada Fidel Hernández. Los recién llegados o nuevos integrantes desconocen estos caminos transitados. Quizás, el ministro con su quinto plan de proyecto de Indicadores culturales, cree que descubre el agua clara.



Una constante en el sector cultura es la no continuidad a los planes, proyectos, no hay registros, sistematizaciones, estadísticas, censos confiables de cultores y artistas. En líneas generales estamos lejos de dar cumplimiento a los Indicadores Culturales. Y eso que Farruco dice tranquila y tristemente que vamos por el quinto.



Por lo pronto amigos y trabajadores del arte, a ser mucho más creativos y autogestores culturales, como lo hemos venido haciendo desde una larga caminata. Valorar más nuestra profesión digna y transformadora.



Seguimos creyendo en la facultad que tiene el arte, la cultura y la educación para transformar sociedades.





Grisel Antonieta López Rodríguez

Artista Plástico

Lic. Educación, mención Desarrollo Cultural

Comentarios

  1. Permitanme comentar a partir de mi propia experiencia, y la que he conocido a través de muchos amig@s cultores(as) sobre este punto. En mi Universidad, la UNELLEZ, conjuntamente con unos amig@s, fundamos el Colectivo de Arte Universitario, una agrupación al margen del Programa de Cultura de la universidadd, el único sin integrantes becados y subsidiados, el único sin instructores pagados. Vale decír, que todos lor grupos que hacian vida allí, pertenecian a la universidad, menos nosotros. debo decír que hubo mucha mezquindad, mucha falta de visión y mucho deficit presupuestario para que la universidad nos apoyara. Trabajamos siempre con el apoyo de los propios cultores asalariados de la universidad, los estudiantes y con el esfuerzo propio. En ese pequeño universo, comprendí mucho de lo que aun se vive en las relaciones instituciones-grupos culturales. en realidad, haciamos nuestro trabajo por amor al arte y nuestra independencia nos dió mas libertad que la que nos daría la capacidad de maniobrar de un presupuesto. Eso hizo nuestro trabajo hermoso, y ya explicaré porque. Yo estoy a favor de mas apoyo y mas recursos a la cultura, de que se sume a mas cultores, de que se reconozca su valor y su aporte como actores transformadores de la sociedad. Vivimos en una etapa aun pueril, en lo que se al interminable desarrollo cultural se refiere. Aun privilegiamos la difusión, la cultura oficial, las bellas artes, lo pomposo, lo extrafalario y ruidoso de relleno de actos públicos que son a veces los "numeros culturales". Esa es la cultura oficial, la de mostrar, la de las obras, la de los sequitos de panas cultores.

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  2. II PARTE

    Cuando en una oportunidad, recibimos apoyo de nuestra universidad para efectuar un montaje teatral, pusimos a prueba dicho apoyo, haciendo una puesta en escena bastante subida de tono. En estos términos me refiero a que para las instituciones es subido de tono mostrar el cuerpo humano que todos tenemos, y no presentar alguna obra teatral pensada en Europa por un tipo que odiaba a los sudacas, eso no es subido de tono para ellos. A fin de cuentas, nos pasaron factura e intentaron censurarnos, retirando su apoyo y "nos exhortaron" a cambiar nuestro trabajo. Con esto, hablo de los grandes peligros de la institucionalidad. Muchas veces, los conductores de estas políticas no están listos para comprender en que aguas están metidos, algunos son hasta groseros, y te dicen cosas como: "Bueno pal 19 de abril, tirense una obra ahí de Emparan, y por allá metan una frase de Chavez, inventense una ahí".

    Yo considero, saludables, las distancias que deben haber entre las instituciones y los cultores. Soy optimista, porque se que pese al apoyo, los recursos nunca serán suficientes para cubrir todos los programas y todos los espacios, y seguirá quedando de parte de muchos cultores, trabajar con la independencia y la creatividad de siempre. El valor de esta forma de vida, es incalculable y es lo que hace al arte popular lo que es. El arte oficial, el mismo que se regodea con los exitos personales de Dudamel, el mismo que decreta la iconografia cultural y pretende presentarnos una imagen ya acabada de identidad, no le hace bien del todo a nuestros grupos y cultores. Nuestros artistas no son rellenos de shows políticos. Creo que aún no estamos listos. Aplaudo sin embargo, como hemos crecido. Me complace ver que verdaderos cultores y no los artistas libadores de vino y de tertulias en muebles caros, tomen cada vez mas espacios. Me complace ver el arte popular, en una etapa de crecimiento y promoción. Me complace el apoyo a los chamitos en los barrios, las obras de teatro de los presos, las viejitas de las misiones que a los 60 años descubrieron que sabian pintar un paisaje y todas las cosas positivas que hemos visto pese a las dificultades.

    Comprendan esto, una dura batalla desde el vientre de la bestia. Es una dura lucha intestina donde se gana y se pierde a veces. Pero siempre será importante, hacer las distancias, las distinciones, entre el momento que vivimos y las aspiraciones que tenemos como colectivo.

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