Sobre el Epilogo de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana de Olympe de Gonges.(1)
El físico David Bohm en el libro Más allá del tiempo(2) cuestiona el comportamiento del hombre:”…Me impresionó algo que leí una vez acerca de que el hombre se equivocó hace unos cinco o seis mil años-dice- cuando comenzó a ser capaz de cometer saqueos y capturar esclavos. Después de eso su principal propósito en la existencia fue sólo el de explotar y saquear… en vez de ser constructivo, de descubrir nuevas técnicas y herramientas… en cierto momento el hombre encontró que era más fácil saquear a sus vecinos”.
La inquietud de David Bohm me hace suponer que no hubo tal cambio, que el hombre ha sido siempre un depredador, que quién descubría nuevas técnicas y herramientas éramos nosotras las mujeres dedicadas al cultivo, técnicas y herramientas de las que sistemáticamente hemos sido despojadas por parte de los saqueadores, somos las primeras víctimas de sus desmanes.
El opresor no responde a razones, sólo a la fuerza. No hay lugar para la negociación, la razón en ellos es simulación, un reducto, una trinchera en la que se refugian cuando han sido desgarrados, heridos y desarmados en combate. La razón en ellos no es instintiva, la coerción sí. Sólo aceptan llegar a acuerdos si y sólo si, les conviene.
Las mujeres ante esta verdad inmodificable e incontrovertible se han adaptado a sus circunstancias en calidad de sobrevivientes, de allí mi respeto y admiración.
Parafraseando la trillada frase: “Detrás de todo gran hombre hay una gran mujer” digo que detrás de todo aporte masculino la idea de una mujer ha sido expoliada. Puede considerarse que cuando digo TODO exagero, sin embargo hay que tomar en cuenta que la invisibilización de la mujer por parte del hombre ha sido absoluta, han cometido y continúan cometiendo el crimen perfecto, de donde se desprende la gravedad de la transgresión.
Nada se puede esperar de la fiera salvo que tarde o temprano en un descuido te coma, por mucho que la entrenes o alimentes.
Creo con Silvio Rodríguez que: En estos días no hay absolución posible para el hombre para el feroz, la fiera que ruge y canta ciega ese animal remoto que devora y devora primaveras…
Y distingo a quién se distingue con voz y nombre propio.
(1)http://www.malostratos.org/mujeres/gouges02.htm
(2)Krishnamurti, David, Bohm, Más Allá del Tiempo, Kairós.
La inquietud de David Bohm me hace suponer que no hubo tal cambio, que el hombre ha sido siempre un depredador, que quién descubría nuevas técnicas y herramientas éramos nosotras las mujeres dedicadas al cultivo, técnicas y herramientas de las que sistemáticamente hemos sido despojadas por parte de los saqueadores, somos las primeras víctimas de sus desmanes.
El opresor no responde a razones, sólo a la fuerza. No hay lugar para la negociación, la razón en ellos es simulación, un reducto, una trinchera en la que se refugian cuando han sido desgarrados, heridos y desarmados en combate. La razón en ellos no es instintiva, la coerción sí. Sólo aceptan llegar a acuerdos si y sólo si, les conviene.
Las mujeres ante esta verdad inmodificable e incontrovertible se han adaptado a sus circunstancias en calidad de sobrevivientes, de allí mi respeto y admiración.
Parafraseando la trillada frase: “Detrás de todo gran hombre hay una gran mujer” digo que detrás de todo aporte masculino la idea de una mujer ha sido expoliada. Puede considerarse que cuando digo TODO exagero, sin embargo hay que tomar en cuenta que la invisibilización de la mujer por parte del hombre ha sido absoluta, han cometido y continúan cometiendo el crimen perfecto, de donde se desprende la gravedad de la transgresión.
Nada se puede esperar de la fiera salvo que tarde o temprano en un descuido te coma, por mucho que la entrenes o alimentes.
Creo con Silvio Rodríguez que: En estos días no hay absolución posible para el hombre para el feroz, la fiera que ruge y canta ciega ese animal remoto que devora y devora primaveras…
Y distingo a quién se distingue con voz y nombre propio.
(1)http://www.malostratos.org/mujeres/gouges02.htm
(2)Krishnamurti, David, Bohm, Más Allá del Tiempo, Kairós.
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