ANDRES AVELINO HERMOSO IBARRA



Nuestro padre, Andrés Hermoso Ibarra, fue sin lugar a dudas un hombre de férreos principios. En este terreno fue un paladín, un ejemplo para todos quienes le conocieron y un modelo a emular, especialmente para sus hijos y demás descendientes.

Fue ante todo un hombre consecuente con sus creencias, con su fe religiosa y con sus valores éticos. Estuvo lejos de colocar el dinero o la ambición de enriquecimiento personal, de bienestar material, de comodidad, por encima de sus principios morales.

No fue hombre de rencores ni de rivalidades políticas, sociales o personales. Fue un leal y consecuente amigo y nunca colocó sus intereses económicos por encima de la amistad, la lealtad o en afecto personal hacia conocidos, amigos íntimos o familiares.

Si algún vocablo podría definirlo y sintetizar su vida, fue la palabra honestidad. En efecto, Andrés Avelino fue ante todo un hombre honesto, como ciudadano, como administrador público, como docente, como amigo y como pariente, con toda su familia.

 ¿Qué no decir de su sentido de responsabilidad profesional y laboral? Andrés Avelino fue un trabajador incansable en todo momento y época de su vida. Tanto en tiempos de auge económico, como en épocas de crisis, como trabajador, nunca se amilanó ni resquebrajó.

Andrés Hermoso Ibarra trabajó sin descanso casi desde la infancia hasta la más avanzada edad. Ligado a la docencia desde su juventud, fue profesor en muchas instituciones públicas y privadas y lo hizo hasta más allá de los ochenta años de edad.

Su responsabilidad, consecuencia y dedicación como padre, como esposo y como jefe de familia, solo puede comparase y equipararse en entrega y espíritu de servicio, a su condición de hijo ejemplar, abnegado, sacrificado y fiel.

En esta época de laxitud, de comercio moral, de liviandad espiritual (en la cual se trafica al mejor postor con los valores, los principios, la moral y la ética) su vida y se quehacer moral e intelectual se erigen como un ejemplo a seguir por todos sus afines y descendientes.

                                                                                       JMHG

Barcelona, 5 de marzo de 2012, recordándolo y honrándolo a los siete años de su desaparición física.

Comentarios

  1. Desde niña lo recuerdo como mi padre y aprenadi muchas de sus virtudes. No mas palabras para ese héroe libertario de la historia de venezueka

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