Diplomado
El profesor
habla la típica jerigonza utilizada en cualquier país o ámbito geográfico
donde se platique la lengua española. Con la picardía de Cantinflas y la doble
moral de Joselo:
“¡Pueblo
que me escucha!. Aquí me tienen ante ustedes y ustedes delante de mí, y esta es
una verdad que nadie podrá discutir. Por lo que les recomiendo el Diccionario de historia de Venezuela
Y ahora me pregunto: ¿y por qué estoy aquí si podría estar en otra parte?
Editado en Caracas, el año 2000. Y enseguida encuentro contestación, porque soy
muy rápido en todo. Y prefiero los CD. Estoy
aquí porque no estoy en otra parte y porque ustedes me llamaron, y si el pueblo
me llama, el pueblo sabrá porque lo hizo.
Normal. Los
encuentros son sabatinos y maratónicos por lo que este mareo duró entre cuatro
y cinco horas. Desorden mental hasta temporal:
“Agradezco
estos aplausos tan desnutridos a la par que merecidos que me incitan a seguir
discursiando. Diccionario de Historia de Venezuela. Y ustedes se preguntarán ¿Será
el CD de la Polar ?, ¿Este joven de tan tierna edad, de aspecto tan
distinguido, de facciones regulares y agradables será capaz de conducir la nave
a un puerto, será capaz de sortear todos los peligros hasta encontrar el faro
de la felicidad donde nos dejen positivamente seguros?. Dibujos, Fotos, Ilustraciones,
Mapas, Retratos, Tablas, Videos. Y este
joven, este mismo, que entre paréntesis es el que les habla, les contestará: a
pesar de ser tan pollo, tengo más plumas que un gallo y sobre todo tengo ganas
de hacer justicia y darle al pueblo lo que el pueblo necesita. ¡Yo al revés de
otros, les voy a dar pan, mucho pan, no bolillo como siempre les han dado!”.
Más tarde: Hablando
de arquitectura, deberían sacar a la Polar de esa ubicación, ha muerto tanta
gente de cáncer.
Mi madre trabajó, hasta que el cáncer lo impidió, justo en el centro de las industrias POLAR, en el edificio MAPLOCA, al final de la avenida principal Los Cortijos dónde quedaba la sede del hoy desaparecido: Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas.
Mi madre trabajó, hasta que el cáncer lo impidió, justo en el centro de las industrias POLAR, en el edificio MAPLOCA, al final de la avenida principal Los Cortijos dónde quedaba la sede del hoy desaparecido: Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas.
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