BERRUECOS del poeta MANUEL NORBERTO VETANCOURT




BERRUECOS (4 DE JUNIO DE 1830)


Es ya de noche en la fatal montaña
No resuena en Berruecos ni un lamento
De fugitiva brisa. A paso lento,
Con faz que nube de tristeza empaña,

Camina el noble domador de España,
El héroe de Pichincha Hubo un momento
De rumor en el bosque ¿Acaso el viento?
¡Pérfida así la suerte nos engaña!

Mas Sucre no tembló. ¿Temblar sabía
Quien ataba a su genio la victoria?
Truena de pronto la arboleda umbría,

Vela su faz el Numen de la Gloría,
Y consuma el Rencor su alevosía
Para asombro y vergüenza de la Historia.


Otra versión:

Es ya de noche en la fatal montaña
No se oye en Berruecos ni un lamento
de fugitiva brisa… A paso lento

Con faz que nube de tristeza empaña

Camina el noble domador de España.
El héroe de Pichincha. Hubo un momento
De rumor en el bosque ¿Acaso el viento?
¡Pérfida así la suerte nos engaña!

Mas Sucre no tembló. Temblar sabía
el vencedor En Ayacucho acaso.
Y otra vez hubo ruido en la sombría

montaña de Berruecos. Sólo un paso
Y, ¡A golpe vil, atroz alevosía!
¡Pobre Colombia! ¡Sucre perecía!




Como podemos ver se trata de dos versiones que tienen en común los dos cuartetos, pero que son diferentes en los dos tercetos finales del soneto.


 Poema 545 PARNASO VENEZOLANO Digitized by Google

Comentarios

  1. El terrible asesinato de Sucre en Berruecos cantado magistralmente

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    1. Un desalmado que torturó por tres días a la ciudad de San Juan de Pasto, asesinó, violó, saqueó y entregó la ciudad hecha girones a sus huestes, para que terminen de fulminarla.

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