A lo Cubano

El caso es que tengo una tendinitis bilateral en las manos   y decidí acudir  al Centro de Rehabilitación Integral  de La Floresta de Valera, más por curiosidad que por necesidad, debo confesar que no confío en el sistema socialista cubano, los contactos previos estuvieron marcados por el machismo y la corrupción. Dicho y hecho, lo primero que me encuentro es que  el C.R.I. está vacío, una solitaria mujer de limpieza me explica que el centro no cuenta con fisiatra que debo consultarme en La Redoma y volver con las indicaciones del tratamiento. Voy hasta La Redoma, espero mi turno y entro a la consulta, el hombre, sin verme, la cara o las manos, se ocupa de llenar el formulario con datos estadísticos. Un par de días después, regreso con la “historia” a La Floresta, de las seis indicaciones, me aplican dos: láser y electricidad y las otras cuatro, bien gracias. Aquí también es más importante el cartón que yo o mis manos. Recibo tratamiento discontinuo, debido al ataque cibernético, pero en el ir y venir noto que todo el personal cubano del C.R.I., es una Logoterapeuta y el técnico José Carlos  que prende las máquinas, el tratamiento, pasar un lápiz láser por las palmas de mis manos, lo hago yo y recibir electricidad en mis muñecas es solo cuestión de colocar los terminales en su lugar. La amable señora de limpieza y el recepcionista son venezolanos. Pueblo pequeño infierno grande, inmediatamente me entero de que los cubanos tienen un negocio con los dólares, lo que se acepta fácilmente en los Pumitas que calza y las franelas ADIDAS del técnico José Carlos (tel. 0416-0753899), que trabajan poco debido a que los equipos deben funcionar bajo aire acondicionado y como no los hay (?), los apagan a las 11 de la mañana, que sólo están interesados en mostrar estadísticas al gobierno. Cuando di por vista la  oferta engañosa le comenté a José Carlos que para ser cubano le gustaba mucho la ropa de marca y me dijo que eso no tenía nada que ver, le respondí que el imperio nos tiene sitiados porque quieren apropiarse de lo nuestro y que él, José Carlos, esta de su parte.